ACUERDO DE CUSTODIA DEL TERRITORIO
Desde hace varios meses la Fundación Oxígeno y Bodegas marta maté tenemos suscrito un acuerdo de Custodia del Territorio que alcanza, desde todas las actividades que realizamos en bodega, hasta la gestión de los terrenos donde se encuentra implantado nuestro viñedo y todo su entorno.
Este concepto “Custodia del Territorio” resulta un poco complicado de abarcar y es posible que, a veces, cueste un poco ser entendido para las personas no habituadas a él.
Es por ello que nuestro buen amigo, y Presidente de la Fundación Oxígeno, Roberto Lozano nos ha regalado las siguientes líneas que, con su entrañable y emocionada redacción, despejará todas nuestras dudas al respecto y hasta, quién sabe, si nos moverá a explicárselo a otros para animarles a realizar este tipo de acciones.
Nuestro entorno, nuestro patrimonio natural y rural es fruto del uso tradicional y responsable del territorio, es el resultado del ingente e inteligente trabajo de mujeres y hombres que a lo largo de generaciones han cuidado y planificado minuciosamente cada paso que daban, modelando así el paisaje y condicionando a lo largo de los años la arquitectura popular, las tradiciones y la diversidad biológica que conviven en un mismo territorio.
Se trabajaba en comunidad y para el bien común. Quizá hayamos perdido ahora esa perspectiva de “construir pueblo entre todos”, de según el tañir de las campanas socorrer un incendio o arreglar el tejado de la escuela; quizá no percibimos que el cambio de la vida rural ha llevado al abandono y al olvido de nuestro patrimonio, y por eso no reaccionamos a tiempo.
Ermitas, lagares, tenadas, muros de adobe y piedra, chozos de pastores, guardaviñas, etc., levantados mano a mano, con mucho sudor, ahora se caen, desaparecen y con ellos la historia reciente de cada pueblo. Igualmente ocurre con ovejas, vacas, cerdos y gallinas, parte esencial de la dieta, del quehacer diario y del paisaje, que sin duda alguna son vitales para el mantenimiento de pastos, flores y bosques, y gracias a los cuales también completan su alimentación buitres, águilas, lobos y cientos de insectos.
Está claro, nuestro patrimonio natural y cultural es nuestro pasado, pero sin duda alguna también nuestro futuro. De él extraemos beneficios inmediatos y necesarios de todo tipo como alimentos, minerales, madera, oxígeno, pero también empleo, cultura, ocio y belleza, así que debemos velar conjuntamente por su mantenimiento y como no también por su uso y disfrute.
Es imprescindible por lo tanto, cooperar para preservar, para proteger y poner en valor nuestro patrimonio. Propietarios públicos y privados, empresas, instituciones, e ineludiblemente la sociedad civil, a través de asociaciones conservacionistas, vecinales o culturales, junto con la participación individual de los vecinos, tenemos el deber de organizarnos y ponernos manos a la obra. Construir charcas para anfibios, reforestar linderos, colocar cajas nido para aves, recuperar las vías pecuarias, recuperar variedades y razas autóctonas, reutilizar unas tenadas, reconstruir un chozo o sostenibilizar nuestra explotación agropecuaria.
Un matrimonio bien avenido entre un propietario que posee un bien de interés y un grupo de personas que desean colaborar en su mantenimiento, generando responsabilidades compartidas y trabajo conjunto, con buena voluntad y beneficio para todos.
Roberto Lozano Mazagatos. Presidente de la Fundación Oxígeno
Os adjuntamos, además, este enlace a un simpático vídeo que también explica de una manera sencilla todo lo que queremos transmitiros en esta entrada de nuestro Blog.
Esperamos que os haya gustado.